Aunque en España es un país donde la alimentación básica aporta todos los nutrientes necesarios, el ritmo de vida y los malos hábitos consigue que los pacientes se encuentren en estados de cansancio excesivo.
Cuando un paciente acude a la oficina de farmacia, demandando vitaminas porque se encuentra muy cansado, incluso agotado mentalmente, debemos ir un poco más lejos, y ver desde las posibles causas hasta las diferentes maneras de ayudarle. En la oficina de farmacia contamos con un amplio repertorio de productos que nos permite ayudar a este tipo de pacientes. Si bien lo más habitual es que se deba a estados temporales, fácilmente neutralizables, gracias al aporte exógeno de suplementos vitamínicos bien dirigidos de manera personal.
Al aportarle vitaminas a un paciente tenemos que diferenciar la edad y el sexo, pero un aporte seguro, es añadir el combustible preferido de las células. La Coenzima Q10 (ubiquinona) cuyo papel principal es facilitar diversos procesos enzimáticos involucrados en la producción de energía, la sintetizamos en el organismo. Sin embargo, al tomar de manera exógena aumentamos su efecto en la producción de energía, evitando el cansancio y la fatiga crónica debida a la falta de actividad mitocondrial que reduce la producción de ATP (el combustible preferido de las células).
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